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Bogotá abril 23 de 2023

LAS MARGARITAS

CRÓNICA POR ALBERTO RIVERA MARÍN

Hoy fue un día espectacular para los 8 Ciclobrs (Orlando Carrillo, Wilfran Díaz, Eduardo Bedoya, Gabriel Avendaño, Héctor Pedraza, Gustavo Palencia, Guillermo Durán y Eduardo Pulgarín) y los 3 invitados (Juan Fernando Moreno, Duberney Marín y Jorge Aguilar), pues a pesar de la lluvia que se producía en el centro y sur de la ciudad, en el norte, en cambio, estuvo soleado.

El entusiasmo era general, tanto por parte de los ciclistas, como por parte del suscrito, quien hoy fungió como conductor elegido.

El encuentro fue muy cumplido. A las 7:15 a.m. ya todos estaban en el parqueadero de Centro Chía alistando la salida; se acercaron hasta el paradero de buses donde siempre se parquea el conductor elegido cuando vamos por esa ruta y, entre risas y bromas, fueron tomando posiciones en búsqueda de los bananos y bocaditos traídos de Turquía por parte del suscrito.

Inclusive, logramos convencerlos a todos, para que se ubicaran en el puente peatonal, con el fin de tomar la foto oficial de la salida, como cuando lo hicimos con casi cuarenta ciclistas hace ya varios años atrás.

A las 7:45 a.m. partió la caravana multicolor, pues hoy, no solamente contamos con tres invitados que, por obvias razones, no tienen los uniformes del equipo; sino que, además, don Guillermo hoy dejó ver que también es humano y confesó que no revisó bien la programación y trajo la camiseta “verdillo”, siendo que, para hoy, estaba programada la camiseta amarilla, llamada “30 años”.

Hoy registramos la asistencia de un invitado muy singular, que nos envió Hermes Alvarado, el señor Jorge Aguilar, pensionado del Banco y funcionario que fue del área de Proexpo, entidad administrada por el Banco de la República. Y, digo singular, porque este señor resultó ser muy simpático, al reconocer que la noche anterior estuvo muy tenso por la experiencia que iba a vivir hoy. Que apenas volviera a ver a Hermes, su anfitrión, lo iba a coger por el cuello, porque no le dijo que lo enviaba a enfrentar una “jauría” de élites. La verdad es que, el señor confesó que era la primera vez que montaba en bicicleta de ruta, pues su deporte favorito era el fútbol, pero que, por su edad ya se lo habían prohibido; sin embargo, según sus palabras, a él no le quedan grande los retos y se le midió.

Lo cierto es que, el grupo lo dejó atrás apenas salieron de Centro Chía, como se puede observar en uno de los videos, en el que Wilfran me grita desde abajo: “El señor se quedó atrás” y, por supuesto entendí que mi misión hoy sería la de escoltar a este invitado, pues esa fue la directriz de la última salida en el sentido de que el conductor elegido debía ir siempre acompañando al “colero” y, ese remoquete se lo ganó hoy el señor Jorge Aguilar.

Inclusive, se escuchó entre los bromistas del grupo, que Hermes nos había enviado una “torta”, pero derretida.

Bueno, aquí viene otra historia, y esta vez, el protagonista es nuestro dilecto amigo, que por lo amigo que es, tengo la confianza para decirle que ahora sí le cayó la “sejuela”. Se trata, ni más, ni menos, que del gran “Hétor” Pedraza. El caso es que, vengo escoltando a Jorge Aguilar, cuando recibo una llamada de Pedraza, quien me dice con voz angustiada, que se encuentra perdido; pues más perdido quedé yo al escuchar semejante confesión de un hombre tan experimentado y que tantas veces ha ido a Las Margaritas. ¿Cómo les parece? Que este hombre se ha ido por la ruta hacia Tierra Negra, es decir, que iba pa’ Chiquinquirá. Según su confesión, se distrajo y no tuvo en cuenta el retorno hacia Cogua; se entiende, porque en la zona están adelantando algunas obras públicas y el retorno fue corrido varios kilómetros hacia ese sector donde se perdió Pedraza, pero tenía que haber reaccionado rápidamente y darse cuenta que Cogua no es para Tierra Negra; en fin, el caso es que llegó hasta el sitio donde lo estaba esperando y yo le puse como referencia el motel que se encuentra en la zona, para ver si ese pt le servía para orientarse.

Pedraza se montó al carro y luego el problema es que Jorge Aguilar no estaba en el punto donde le dije que se ubicara mientras esperaba a Héctor Pedraza y, cuando llegamos al cruce hacia Cogua, el señor Aguilar no estaba y me tocó llamar a Hermes para que me facilitara el teléfono de su amigo; lo llamé y para sorpresa mía ya estaba subiendo y había pasado por el antiguo aviso o pancarta del “Pibe Valderrama”.


Siguieron, entonces, pedaleando juntos Pedraza y Aguilar hasta que, por fin, el invitado aceptó montarse al carro y fue así como pudimos llegar a Las Margaritas, porque, de lo contrario, no habíamos llegado.

El señor Pedraza tomó su bicicleta y valientemente subió las Margaritas a pedalazo puro, con tremenda cadencia, que podrán observar ustedes en el video que le hice.

Según los reporteros en la meta, me dicen que el orden de llegada a Las Margaritas, fue el siguiente, en su orden: Duberney Marín, Eduardo Bedoya, Guillermo Durán, Gustavo Palencia, y Luís Eduardo Pulgarín.

Por su parte, el orden de llegada a Centro Chía fue el siguiente: Eduardo Bedoya, Wilfran Díaz, Luís Eduardo Pulgarín y Orlando Carrillo.

El regreso, señores, estuvo marcado por el número de ciclistas que se montaron al carro acompañante. El primero fue Gabriel Avendaño, quien pinchó y no se le veía mucho interés por despinchar su rueda y tener que enfrentar a los pasistas del grupo quienes toman la ruta de regreso “como alma que lleva el diablo” … es decir, a toda máquina.

El siguiente, señores ¿adivinen quién fue? Jorge Aguilar, el invitado de Hermecitos, quien dijo que tampoco se le iba a medir al viaje de regreso “con esos élites”.

Más adelante, recogimos a Gustavo Palencia, quien estaba un poquito salido de “casillas”, porque el tenedor de su bicicleta se había desajustado y no hubo poder humano para que, entre tres “mecánicos” (Palencia, Avendaño y el suscrito) se pudiera arreglar el daño.

Bueno, el cupo estaba completo, el soporte para bicicletas del carro acompañante sólo estaba disponible para para tres máquinas y el carro también, para tres ciclistas.

Empero, lo más sorprendente del caso es que, en el horizonte alcanzamos a divisar a Duberney Marín, acompañando a don Guillermo Durán, quien, tendido completamente en el pasto, se quejaba de unos cólicos muy fuertes, quién sabe qué por… se habría comido y le cayó mal. Duber lo explicó así: Ver video>>

Escuchar audio>>>:

Le tocó, entonces, al joven Palencia, montarse en la bicicleta de don Guillermo y, por la talla de la misma, las piernas le quedaron como una “horqueta” en términos del invitado Jorge Aguilar. Pues así llegaron a la meta, tanto Duberney Marín, como Gustavo Palencia.


En el carro con Palencia, Aguilar y Avendaño, todo fue risas y bromas. Al punto que, cuando Gustavo vio que todos los que estaban en el carro eran “barrigones”, dijo que estos parecían ciclistas “gord tour”, comparándolos con los ciclistas de élite Word Tour, allí hubo más risas.

Finalmente ¿qué podemos decir del sector de Las Margaritas? Que es un sitio absolutamente hermoso, con grandes praderas, paisajes muy bonitos, que podrán observar en las fotos tomadas para ustedes los lectores de esta Crónica y que, a lo lejos se divisa el famoso Embalse del Neusa, que provee de agua a Cogua y Zipaquirá. Se encuentra 32.62 kilómetros de la ciudad de Bogotá, con una altura máxima de 3.119 m.s.n.m., pero su desnivel no le alcanza para ser un puerto de tercera categoría, pues solamente cuenta con 704 m.s.n.m.; sin embargo, sus 11 kilómetros en ascenso desde la población de Cogua, obliga a los ciclistas a trabajar la subida con retos de inclinación de hasta el 5 al 6%. El trayecto es bueno, pero hay que tener cuidado en el descenso.


¡DIOS MEDIANTE, NOS VEMOS LA PRÓXIMA SEMANA!