No todo
es trabajo o entrenamiento en bici. |
Bogotá, Enero 21 de 2017
Alguien nos contó, de puro chismoso, que
un integrante de CicloBR, muy cercano a todos
nosotros, es ACUARIFÍLICO. Eso suena como
algo contagioso o preocupante ¿verdad?.
La preocupación y la curiosidad nos llevaron
a agarrar el toro por los cuernos. Enviamos un
reportero de CicloBR a la casa para enterarnos
bien de que sufría nuestro amigo Chucho
Reyes
Jesús Reyes, su esposa y su hijo Wilson,
nos recibieron muy amablemente en su casa. Realmente
no les notamos nada raro; luego de las preguntas
de rigor rápidamente nos aclararon la confusión:
La ACUARIOFILIA MARINA, es un hobby que consiste
en crear, mantener y disfrutar en su propia casa
un trozo de naturaleza, más concretamente
un pedacito de fondo de mar con peces multicolores,
arena, plantas y corales. Es decir un acuario
de agua marina.
En
efecto, entre la sala y el comedor encontramos
un mueble de madera de aproximadamente dos metros
de alto, por dos metros con 30 de largo y 70 centímetros
de ancho y un metro con treinta de ancho, que
separa la sala del comedor. Allí empotrado,
como se aprecia en la foto, está un bellísimo
acuario marino gigante lleno de peces multicolores,
corales marinos, anémonas y plantas.
En la parte superior un completo sistema de iluminación
y en la parte inferior complejos equipos de tratamiento
de aguas.
Todo esto comenzó hace más de
15 años, cuando Wilson, hoy un Ingeniero
de Sistemas, que quiso ser Biólogo Marino,
recibió en una piñata como regalo
un par de pececitos bailarinas. Chucho le compró
un pequeño acuario, pero nunca se imaginó
que su casa se convertiría años
más tarde en el mundo de Nemo, y que el,
su señora y su hija se convertirían
en expertos en Acuariofilia Marina.
Con
el auspicio de Chucho y de su señora, Wilson
fue aficionándose a los peces. Luego de
crear muchos acuarios de aguadulce con peces comprados
en las tiendas de mascotas de la caracas decidió
investigar porqué sus pececitos, bailarinas,
payasos etc. morían a pesar de los consejos
de los expertos de la caracas.
Buscó literatura e investigó con
ayuda de Internet para encontrar la forma de preservarle
la vida a sus mascotas.
Fueron muchas tumbadas, una de ellas de casi
dos millones en un acuario “chimbo”.
Finalmente descubrió como la Acuariofilia
marina le permitía tener un pedacito de
mar en la casa y disfrutar, del sosiego y de la
armonía que emanan esos peces exóticos
de su acuario. Esto le ha costado no solo cientos
de días y horas de investigación
en Internet, en reuniones con expertos si no además
“un billete”, como veremos más
adelante.
Esta obra de arte de los Reyes es una caja de
vidrios de seguridad de 2.20 mts. de largo por
1.20 mts. de ancho por 0.70 mts. de alto. Pesa
casi tres toneladas. La inversión oscila
entre 18 y 20 millones de pesos. Un billete ¿No
es cierto?. Hoy es la residencia de 15 hermosos
peces multicolores, de extraños nombres
y unas cuantas primitas anémonas y corales...
El más valioso ejemplar, que puede costar
alrededor de $400 mil, es un hermoso pez denominado Desjardinii, de la familia de
los cirujanos de unos 25 centímetros de
largo. Tiene cinco años y su propietario
anterior era Felix de Bedout ( o sea...); le gusta
que lo observen y cambia continuamente de colores.
Cuando se enfurece o se estresa se torna de color
oscuro. Al igual que la mayoría de estos
peces cirujanos, cuenta con una espuela o cuchilla
cerca a la cola que es un verdadero bisturí,
capaz de tajar un dedo o herir mortalmente a sus
contrincantes.
Pero
en la colección de hermosísimos
peces se encuentran: Bahías, Damiselas,
Brown Powders, Un Pez Obispo, Blenio, Yellows
Tang, Hepatus, Purple Tang, además de anémonas,
gusanos plumeros, Corales cuero, gorgonias etc.
.
La mayoría de estos coloridos peces proviene
del océano Indico. Los Hepatus por ejemplo
son del mar muerto.
El Blenio, es un curioso pez pequeño,
que permanece casi todo el tiempo en una hendidura
en los corales, en posición vertical, asomando
solo la cabeza, como observando el panorama.
La anémona verde es una especie de planta
con brazos móviles. Chucho nos comenta
que los peces toman pedacitos del alimento y van
y se lo llevan.
Todos son una familia de estrato 10, pues su
alimento es una especie de cazuela de mariscos
preparada en licuadora, obviamente por la señora
de Reyes, pues como siempre los padres heredamos
de la noche a la mañana el cuidado de las
mascotas de nuestros hijos. Esta cazuela consta
de camarones, langostinos, palmitos, hueso de
pescado, filetes y calamares que hay que comprar
frescos en las pescaderías del centro y
licuar, pues esto mantiene las propiedades y es
lo más similar al alimento natural de los
peces.
Estos pequeños, pese a que no ven TV,
ni usan el teléfono ni el celular, gastan
en energía para la iluminación del
su acuario aproximadamente $150 mil mensuales.
Es que para simular la iluminación natural
del mar, se les prende parte de la luz de 1 a
9 p.m y otra de 2 a 10 p.m.
Pero
la cosa no para ahí. Para que nuestros
amigos mantengan su agua limpia, saladita como
la del mar y apta para que vivan y crezcan se
requieren sofisticados equipos. En la parte baja
del mueble dijimos que están estos equipos.
Por ejemplo el Skimmer o espumador, que es un
separador de proteínas le costó
Wilson Reyes alrededor de 1.200 dólares;
el reactor de calcio 800 euros.
Dentro del acuario gigante, hay dos bombas denominadas
Dumps que mueven el agua (botan 12 mil litros
por hora).
Wilson cuenta además con todo un sofisticado
equipo de filtrado con subacuarios con algas y
corales; bombas que succionan el agua y le inyectan
oxígeno, descomponen el amonio lo convierten
en nitratos, y nitrógeno creando un perfecto
ecosistema. Adicionalmente, en el patio de la
casa tiene montado un sistema de acuarios extras
con complejos sistemas, el cual usa para colocar
en cuarentena los peces nuevos que llegan para
su acuario o para la venta.
Todas esas vainas sofisticadas, que solo las
entienden los Reyes y los que pertenecen a ese
exclusivo club de Acuariófilos, por supuesto
costó otro poco de billete y mucho trabajo.
Durante dos y medio años han venido construyendo
esa maravilla que les tratamos de describir en
pocos párrafos.
Vean Uds., fuimos preocupados por la salud de
Chucho y nos encontramos con una maravillosa experiencia.
Fue fascinante oír a Jesús Reyes
y a su familia hablando con propiedad del tema
y ver esos bellos ejemplares y un acuario multicolor
gigante que la verdad yo había visto solo
en películas. Realmente Le provoca a uno
sentarse a observar a esos hermosos pececitos;
es algo que parece desestresante, pues por momentos
se imagina uno que está buceando en San
Andrés.
Me imagino que Chucho llega después de
los entrenamientos en bicicleta y se sienta un
rato frente al acuario y queda listo. Como no
tengo acuario, voy a ensayar con la pelicula Buscando
a Nemo.
Lo
que si no me puedo imaginar es a toda la familia
Reyes sentados al comedor, que queda justo al
lado del acuario, degustando un delicioso pescado
de mar frito, a la vista de sus mascotas.
En tal caso nuestros peces del mar Indigo los
mirarán furiosos. Creo que todos esos peces
cirujanos sacarían sus bisturís
esperando a que alguien de la familia meta una
manito en el acuario para desquitarse.
Si Ud. también quedó descrestado
e interesado en la acuariofilia y de pronto tiene
unos ahorritos o conoce a alguien que los tenga
y le interese el tema, le tenemos una noticia
buena (muy mala para Wilson), el acuario de Wilson
está en venta y a un precio muy por debajo
del costo real.
Si, es así, lamentablemente Wilson se va
para Australia a estudiar y a trabajar y con el
dolor de su alma debe abandonar su Hobby. Sus
papitos no quieren seguir solos con esa responsabilidad.
Que tal que se les mueran los Hepatus (Nemo) o
el Desjardinii?. Wilson cuelga a Chucho de las
dos (hasta las tres). Además a Chucho aún
le faltan diez añitos para la pensión,
para dedicarse por completo a los peces, incluidos
los bagrecitos.
Bueno ahí les queda esa inquietud. Los
dejo porque me voy de vacaciones a comerme un
delicioso Parguini a la jardinii frito.
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