Bogotá septiembre 30 de 2018

Mezclando mezclando surgió esta etapa.

Una felicitación para los diez y seis Ciclobeeres que asistieron hoy, igualmente para los cuatro invitados, hoy logramos partir a las 7:30 a.m., lástima que no asistió Rei, no lo podrá creer, pero fue así. Esperamos seguir en esa tónica.



Tampoco lo podrá creer Albertico Rivera, pusimos en la “coctelera” ingredientes súper conocidos: Funza, Rosal, Siberia, Subachoque, Puente Piedra, La Herradura, Resbalón, Pradera, Faca, agregamos una pizca de optimismo, mezclamos todo y salió un delicioso recorrido de 105 kilómetros, que en teoría parecía más de lo mismo, pero mire Ud. que en nuestros 30 años trasegando por ese sector de la sabana de Bogotá nunca lo habíamos hecho.


Cuando estábamos a punto de partir llegaron Mónica, Alfredo y Pablo, desafortunadamente andaban cortos de tiempo y no se le midieron a la “vuelta a la sabana”, los esperamos el próximo domingo, para que participen en la tercera etapa de la clásica de la Amistad, en la cual está trabajando con denuedo El Chinazo, dicen que no nos acompañó hoy porque estaba haciendo sus cálculos matemáticos para establecer las diferencias entre los equipos, lo único que conocemos es que la etapa será entre el Chuscal y el Alto del Vino.

Un agradecimiento a Guillermo, estuvo anoche en una reunión familiar y se trasnochó, pero aun así hoy nos colaboró con un vehículo pues hoy no teníamos conductor elegido, dado que Fabio parece aún está por “la sua terra”, o la tierrita como diría Jacinto.

Sin más preámbulos los invito a subirse a la caravana ciclística que comenzó a rodar, una hora antes de lo usual, con un primer objetivo, llegar a Funza ubicada a 8 kmts de la estación Terpel Santa Teresa en Siberia nuestro punto de encuentro. El primero en partir fue Héctor en su todoterreno, aunque tenía calculado que no haría la etapa completa le tenía ganas al recorrido y como verán lo demostró.


El paso por Funza la tierrita natal de Alvarito Cuervo es eterno, he mencionado algunas veces que es el pueblo más largo de Colombia, con bastante tráfico más ahora que están ampliando la calzada occidental, pero la vía está en buen estado y rodamos sin inconvenientes hasta Mosquera, para tomar la carretera a Faca, igualmente en perfecto estado y con carriles amplios, allí se ve el progreso de la otrora angosta y congestionada arteria.

El lote comandado por Camilo hundía el acelerador, Pulga venía pendiente de William y Ana, tuvo que viajar hasta la cabeza del grupo y pedirles que mermaran un par de punticos la velocidad para permitirles conectar.

Héctor iba tan emocionado y concentrado que no se percató y se pasó del cruce que nos lleva a Faca, tuvo que regresar en contravía unos metros al escuchar los gritos de sus compañeros si no termina en Albán. Minutos antes cuando pasó al frente le había dicho a Pulga "hasta la vista baby".


En Faca completamos 30 kmts, buscamos la salida hacia El Rosal. Pacho venía preocupado por el resbalón aquel intimidante repecho que encontraríamos unos kmts después de Faca, me comentó que la última vez Giaco lo “subió”, así que diseñó su estrategia, aceleró el paso en compañía de Héctor, Marcolino y del muchacho amigo de Pablito y así, lograron coronar con la ventaja necesaria para su tranquilidad.

En la bajada conectamos con Marcolino, pero nada de Pacho ni de Héctor. Los repechos hasta el cruce del Rosal los pasamos a velocidad controlada, disfrutando la vía recién repavimentada.

En mitad de camino nos ocurrió algo extraño, comenzamos a percibir un olor extraño y una especie de humo imperceptible al respirar nos produjo tos a todos y una sensación de ahogo. Yo pensé que provenía de un camión que estaba varado al lado de la carretera, parecía como olor a asbesto de frenos, pero me dijo Marcolino que el problema era que al lado derecho estaban trabajando con “cacorros” o bombas de fumigación en un cultivo.


Al llegar al puente del Rosal, los cuenta kmts marcaban 42 kmts, Héctor estaba parado, esperando que Ana y W. Trejos le hicieran la segunda para desviarse por la calle 80 y regresar a Siberia, pero para su sorpresa pasaron derecho y más bien lo invitaron a seguir hasta la Virgen en Subachoque. Oigan y de Pacho nada.

Héctor pronto volvió a marcar el paso, hoy definitivamente estaba imparable, se nota que sus entrenamientos con el grupo de atletismo le funcionan.  Trejos se rezagó un poco, mientras adelante un par de campesinos en sus ciclas de turismo, uno de ellos con ruana, comenzaron a “torearnos” en el paso por los dos repechos o “bateas”. Sin más armas que sus desvencijadas turismeras que crujían se enfrentaron a las De Rosa, Specialized, GW y otras marcas de gama, esta vez no ganaron los de ruana pero que nos hicieron sudar no hay duda. Por allí vi a Mauricio Peña y a Geoffre defendiendo los colores de CicloBR, subiendo muy bien las "bateas".

Al pasar la última “batea”, cerca de la la Virgen avistamos a Pacho, se notaban los efectos del esfuerzo, iba con el joven amigo de Pablito, quien nos comentó que se quejaba de la fumigada que nos pegaron, decía que iba a “trasbocar” y que le dolía el estómago. Qué vaina esos “cacorros” de la fumigación nos dejaron tocados.

En el cruce de la Virgen Pablito, quien tenía un compromiso social, Héctor, Ana, y W. Trejos giraron a la derecha para regresar a Siberia, habían cumplido con su presupuesto. Nobile y Edgar querían seguir hasta la Herradura, pero optaron por subirse al grupito de Pablito. Pulga y Camilo los esperaron hasta que reanudaron el camino y luego siguieron para Subachoque, allí habíamos parado.

Mientras llegaba Pulga me pude dar cuenta por las preguntas de que no había como mucho ambiente para ir hasta Pradera, entonces para evitar que se mutilara la etapita sugerí que Pacho Marcolino y Mauricio Peña se fueran adelante, W. Duarte aprovechó y se les unió. En ese punto nuestras adoloridas piernitas ya registraban 59 kmts un poco más de la mitad de lo que sería el recorrido completo.

El grupo de Pacho la tomó en serio, no los pudimos alcanzar. Pulga puso un paso regulado y así llegamos a la Pradera el punto de hidratación y alimentación.

Entre tanto el grupo de los seis que habían desviado por la Virgen, conducidos por Pablito marchaban hacia Siberia. En los kmts finales Nobile se pegó a un grupo y les tomó ventaja, Edgar llegó y así lograron llegar primeros a Siberia. ¿Cómo me vistes?, me imagino les dijo Nobile a sus compañeros, la Nobile 2018 que ya se pega a lo que pase.

En La Pradera el lote de catorce, tomaba el descanso al completar los 70 kmts. Ya era imposible recortar los 35 kmts que nos separaban de Siberia. El grupo partió con la consabida promesa de “vámonos suave”, y adivinen…


Mauricio venía quejándose de calambres, me sentí culpable, yo lo había convencido de ir a la Pradera, así que en Subachoque lo esperamos con Marcolino Pulga y Guillermo que venía cerrando el lote en una tranquilidad extraña. Víctor, Geoffre, Pacho, el amigo de Pablito, Fernando, Sergio, William Duarte, Camilo y Nicolás conformaron la avanzada mientras atrás Pulga Marcolino y Guillermo escoltábamos a Mauricio. En la arenera el calambre de Mauricio decidió arreciar justo cuando Guillermo trataba de empujarlo, por poco se caen ambos, entonces tomó la sabia decisión de subirse al vehículo acompañante.

Pulga aceleró para llegarle a los demás. Yo paré abajo al pasar los taches para esperar al grupo de Mauricio, al ver el carro acompañante retomé la marcha, pero Guillermo y Marco pasaron pegaditos a la camioneta que les cortaba el viento, y en minutos me distanciaron, pues como se sabe entre mis escasas habilidades ciclísticas no está esa de marchar a “tras carro”. Pero afortunadamente estábamos a menos de 8 kmts.

Albertico le cuento que fueron 105 kmts, un buen fondito que salió de esa “coctelera ciclística”, mezclando ingredientes bastante trajinados, valió la pena. La disculpa del fondo fue la preparación para los posibles asistentes a la Vuelta a Boyacá que está organizando el amigo Molanito.

Así registró Mauricio el recorrido en su dispositivo.

Los seis del grupo Pablito hicieron 81 kmts, que se graficaron así en el Polar de Héctor.

 

A todos los 20 asistentes un reconocimiento por el gran esfuerzo de hoy; destacamos a Pacho y a Héctor por el coraje que demostraron en la etapa, a Mauricio quien se arriesgó a la Pradera, pronto verá que el fondito le servirá para los próximos domingos.

Esperamos una mejor asistencia para la tercera etapa de la Clásica de la Amistad, seguro que el Chinazo Eduardo estaría de plácemes si pudiera contar como integrantes de alguno de los equipos a:  Molanito, J. Buitrago, Giaco, Fabio, Hermes, Jacinto, David, W. Bolaños, Ilde, Mao Ordóñez, Rei, Alberto R, Ricardo, y Manuel. Qué bueno sería que algunos de los amigos que por una u otra razón decidieron no participar en la Clásica nos colaboren como jueces y acompañantes, sería un buen detalle y una forma de integrarse.

Les deseamos la mejor semana.

Fotos de la crónica: Colaboración de Guillermo y su conductor.