Bogotá septiembre 16 de 2018
A Zipacón con salida contra el reloj.
Las 6:20 a.m., me desplazo por la avenida Boyacá rumbo a Siberia con “mi flaca” en el portabicis, una mañana fría, cielo nublado, aunque quince de mis compañeros confirmaron su asistencia estoy seguro de que la falta del astro rey hará que algunos se queden en casa, espero equivocarme, pues el plato para hoy es la siempre deliciosa etapa a Zipacón que agregará 86 kmts más al banco de memoria de nuestras piernas. He llegado al mi destino, son las 7:00 a.m., en la estación de Terpel ya están esperando, Marcolino Héctor y Fernando. Los sitios de parqueo están copados en un 90%, definitivamente este punto de encuentro se volvió famoso.
Llega Hermes nuestro conductor elegido de la fecha, como no quiere perderse la etapa convenció a su sobrino Eduardo para que le maneje su vehículo y nos escolte. Reparte los refrigerios, monta las ruedas de repuesto y el inflador en el auto y se prepara para la salida.
Un tintico para esperar que sean las 7.15 a.m. hora sugerida para partir, la idea es hacer el intento de ganarnos unos minutos en las etapas largas para desocuparnos más temprano. Poco a poco van entrando en escena compañeros.
Qué bueno volver a ver a Jacinto Cuta, es su segunda salida este año con el grupo desde el 28 de enero. Problemas médicos lo habían alejado, pero ya está con ganas de retomar la senda.
Una sorpresa ver que Alberto Rivera se le midió a esta su primera etapa de fondo, llegó estrenando su ciclo computador Polar, le mide de todo, pero por ahora se concentra en los registros de pulsaciones.
Raro ver a Melki parqueando en esta Terpel, siempre nos esperaba pasando el peaje, indicativo de que no venía de La Vega.
Son las 7:10 y ya tenemos 11 pedalistas listos para partir. Eduardo llamó hace unos minutos apenas viene en la calle 64 con 30, ni modos le tocará perseguir. Aparecen Geoffre e Ilde y a las 7:20 partimos los trece justo cuando llegan Ana y William, Héctor decide esperarlos.
Paramos en la estación Mobil de Siberia para la foto de la portada, en la que aparecen trece de los veinte asistentes que llegaron “on time”. Esperamos unos minutos, y a las 7:30 en punto partimos para hacer la tarea, un verdadero récord, una labor titánica, quienes siempre cumplen con la hora de llegada mostraban hoy su total satisfacción, nos ganamos 30 minutos, por lo cual nos animan a continuar aplicando disciplina para la hora de salida especialmente en etapas largas. Así que a madrugar amigos saldremos a la hora programada “haiga quien haiga”.
Rodamos por la ochenta a un ritmo controlado. En el camino lograron conectar Ana, William y Héctor, más adelante se integra al lote Pacho que tambien llegó tarcecito y llegando al Rosal Eduardo y Giaco, luego de una dura persecución, logran su objetivo. un nutrido grupo, qué bueno en las tres últimas salidas el promedio de asistencia se sitúa en 20 ciclistas.
Llegamos al puente del Rosal y giramos hacia Faca, qué delicia rodar por esa carretera recién pavimentada, esa cinta asfáltica quedó como un verdadero tapete. Completamos 25 kmts y le vemos la cara al resbalón, aquel duro repecho en el que hemos dejado muchos centímetros de sudor en tantos años de bici, descendemos por el lado derecho de su espinazo y pareciera que nos reta “nos vemos al regreso”.
En la cima le llego a Alberto, somos parte de la cola del lote, atrás solo vienen Ilde y Trejos, inicia el descenso adopta posición aerodinámica, ha olfateado el aroma del descenso, su adrenalina lo impulsa a registrar en su ciclo computador dígitos superiores a las cuatro decenas, en segundos se me pierde de vista en la primera curva y conecta al grupo delantero.
Ya en la parte plana a casi dos kmts de Faca nos encontramos con lo que podrá llamarse la feria exposición de los reductores de velocidad, los vimos de todos los estilos y materiales, los tradicionales anchos de cemento, los de topes metálicos formando líneas diagonales, las series de seis y siete franjas de cemento pintadas de blanco, algunos los podemos pasar por la berma que tiene una ligera inclinación para servir de desagüe otros los tienen que sufrir nuestras colitas.
Un kilómetro antes de Faca Ana, William y Héctor deciden que han cumplido su meta y regresan a Siberia. Marcolino salió con todo en Siberia, estimamos que va adelante pero no hemos logrado cazarlo. Los restantes 15 pedalistas seguimos disfrutando la remodelada vía hasta que nos encontramos con la entrada a Faca, esa batea que es un perfecto caos de busetas, camiones, taxis, carros particulares, peatones y ciclistas en una vida con huecos, y reductores de velocidad en mal estado. Pronto llegamos al parque y buscamos la salida que en dos kmts nos deja en Cartagenita por una vía angosta en la que las flotas y tracto mulas nos pasan a pocos centímetros.
Tomamos la vía a Zipacón, solo la entrada y el paso nivel se ven deteriorados el resto está en muy buenas condiciones, un primer tramo en terreno llano y luego el primer repecho que comienza a ejercer el proceso de selección. Voy cerrando el lote, sé que atrás viene Guillermo quien ha parado abajo para regar las maticas, solo logro superar a Pacho a Melki, Ilde a Geoffre y a Alberto quien va regulándose, sé que en las bajadas varios de ellos me superarán, pero debo hacer el esfuerzo. Ahora entiendo por qué Alberto escogió esta etapa para reaparecer, tiene una buena cantidad de descensos cortos y uno largo en los cuales puede recuperar lo que pierda en la subida.
Antes de coronar el alto de la Virgen Guillermo logra llegar a la cabeza del grupo, y pan comido, la bajada también es su mejor aliada. Pese a que logré marcar 48 kmts en el descenso final hacia Zipacón, un récord brutal en mi caso, como lo esperaba me pasan Alberto Geoffre y Melki. Marcolino ya estaba en Zipacón, administró a la perfección la ventajita que cogió desde la salida.
El descanso en Zipacón cae muy bien, Eduardo, Guillermo, Fernando y William Trejos deciden que tienen reserva para Cachipay. Guillermo había advertido que solo iría a Zipacón pues ayer sábado con William y Ricardo habían ido a Fusagasugá y al Romeral, pero su resistencia cede a la invitación del Chinazo que necesita como siempre “vaciar el tanque”, esos chicos no admiten llegar a casa con excedentes energéticos en sus piernas. William se devuelve en el puente y regresa en solitario por Funza.
Pacho parte con miras a lograr coronar la cuesta antes de que le organicen cacería. Luego salen Marco y Geoffre, con la misma idea pero el primero debe parar a regar el césped, lo acompaña Geoffre, pierden la ventaja. Once pedalistas subimos prácticamente en grupo el trayecto hasta la Virgen.. Giaco quien declinó la invitación del Chinazo para Cachipay subió con nosotros aún no se siente con el fondo necesario para seguirle el paso a sus colegas de categoría.
En el descenso veo que todos quieren emular a Alberto y practicar lo que vieron en la TV durante la Vuelta a España y “Hasta la vista Baby” los volvería a ver en la entrada a Zipacón en donde para pararon reagruparnos. Pacho también gerenció muy bien la ventaja y solo fue alcanzado por unos pocos. En la entrada a Zipacón nos encontramos a Sergio, no entendimos de dónde venía, se regresó con nosotros por la vía Faca.
Nuevamente a buscar Faca y la congestionada batea de la salida, donde tuve que poner pie en tierra al final del repecho debido a que allí hay un ramal del cual salen carros y busetas, el grupo pasó sin problemas, pero como yo venía colgado los conductores no esperaron más y me cerraron el paso en plena subida, ahora seguía la angustia de ver que he quedado solo, mis compañeros ya no se ven. Para mi sorpresa en el primer semáforo los alcancé a ver en la lejanía, llevaban un paso suave que me permitió alcanzarlos, Pacho tiraba del grupo, parecía que nadie quisiera pasarlo, Hermes se decide, pero lo controlan.
Y llegó el temido resbalón, Molanito picó en punta, pero Hermes no estaba dispuesto a dejar que alguien le disputara esa cima una de sus predilectas. Giaco se echó al hombre a Pacho. Los demás tomamos el Resbalón con el respeto que merece.
Nadie parecía tener afán, transitamos con calma por los repechos en donde normalmente toca darle al tope de lo contrario a portar el letrerito de FIN. Llegamos a la 80, puse el plato grande preparándome , la verdad esperaba que el grupo aceleraría, pero para mi sorpresa el promedio de velocidad no pasaba de 30 o 32 kmts, cosa de no creer. Alberto se animó y por momentos encabezó el lote. Así, en paz llegamos al repecho de la arenera. Luego Molanito decidió subirle unos punticos a la velocidad secundado por Melki y Hermes los damnificados fueron Pacho e Ilde, Giaco se quedó con ellos y los turnaba para empujarlos.
Llegando al peaje Sergio pasó a encabezar el lote, logré ponerme a su rueda, Marco me superó en la entrada, pasando el peaje los tres aceleramos, la velocidad no superaba los 33 kmts, Molanito salió por la derecha para superar a Sergio, unos metros atrás Hermes venía acelerando para llegarnos. Melki al ver que le habían sacado una pequeña luz quiso reaccionar se paró en pedales con tan mala fortuna que su bici se desestabilizó un poco y le tocó la rueda a un señor que venía en ese grupo, ambos fueron aparar al suelo.
Un desafortunado accidente que empañó la que parecía ser la etapa de la tranquilidad, de la calma de la paz en el lote, solo faltaba un kilómetro para finalizarla. Le tocó en mala hora a Melki a quien deseamos una pronta recuperación, le enviamos un caluroso saludo en nombre de todos sus compañeros.
Gracias a Hermes y a su sobrino por el acompañamiento y asistencia y por su valiosa ayuda en el traslado de Melki a la Reina Sofía. Con Marcolino nos desplazamos a la clínica y lo acompañamos hasta que llegó a Marthica su esposa. Luego de la valoración previa del médico lo llevaron a la “sala de hidratación”, en broma le comentamos a Melki que allí haríamos la tertulia, pero resultó que la hidratación era por vía intravenosa, lástima así la “pola” debe entrar y saber mal.
Nos vemos el próximo domingo en Centro Chía a las siete (7:00 a.m.) la meta es salir a las 7.15 a.m. para terminar tempranito. No olviden que el Chinazo Eduardo está trabajando en la reestructuración de los equipos para la segunda Etapa de la Clásica de la Amistad.
Hasta la próxima, les deseamos una bonita semana.
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