Bogotá, de marzo 10 de 2019
TEMPORADA 2019- QUINTA SALIDA
Veintidos bicis no tenían Pico y Placa hoy.
11:30 a.m. Marcolino y O. Márquez están sentados en la cafetería de Altoque en la estación Terpel de Siberia, hace pocos minutos terminaron el recorrido programado para hoy.
¿Qué pasó con Víctor y Hermes? – Pregunta Marcolino.
- Siguieron derecho rumbo a sus casas, hoy no trajeron vehículo responde Orlando.
¿Y qué pasó con Molanito?
- No sé, el venía con nosotros cuatro hasta el puente cerca a Mosquera, pero luego no lo vi más.
¿Sería que se pinchó y le tocó subirse al carro de Sandrita?
- Es probable. Pero ya han pasado más de quince minutos.
¿Sería que se perdieron?
- No creo, pero con tanto desvío es probable. Mire ahí llegó.
¿Qué le ocurrió Molanito?
- Pinché y no alcancé a avisarles, Sandrita me ayudó a cambiar la llanta, le debo lo de la manicure.
¿Oiga y Armando hasta dónde fue?.
Entiendo que fue hasta la subida a la Virgen y se devolvió con Jorge, Héctor y Alvarito. Ya deben estar en sus casas.
Yo no volví a ver a Jorge Martínez, ¿hasta dónde fue?
- El paró un par de kmts abajo del alto de la Virgen, no llegó a Zipacón, parece que se devolvió solo, qué peligro no debería hacer eso.
Tampoco vi a Ildefonso. ¿Se devolvió en la Virgen?
- No, Víctor lo vio en Zipacón, parece que bajo unos kmts más con el Grupo del Chinazo.
Pasadas las doce del mediodía, llegan Eduardo y Fabio y seis minutos más tarde, Guillermo, William, Pablito, Manuel, Ricardo, Henry, Willy Duarte, Enrique, amigo de Manuel, y los señores Carrillo Daniel padre y Daniel hijo de Gally a quienes conocimos en la Vuelta a Boyacá el año pasado.
Oigan, ¿Ilde venía con Uds.?
- Si, lo acompañamos hasta el peaje de Funza, nos dijo que seguía derecho para su casa.

Se preguntarán nuestros fieles lectores ¿Qué pasó hoy? ¿Por qué tanta dispersión?. esto parece un "despelote". No, para nada. Qué pena, la culpa es nuestra es que empezamos a contarles la historia de hoy al revés y tal vez los confundimos, vamos a intentar enderezar el cuento.
Empecemos por el principio:
Ayer estábamos muy pesimistas con la asistencia para hoy debido a la alcaldada del señor Peñalosa al imponer nuevamente restricción vehicular para sábado y domingo, además había probabilidad de lluvias. Afortunadamente el clima fue excelente y lo único que logró el flamante mandatario fue congestionar las salidas de Bogotá, por la calle 80. A las 6:10 a.m. el trancón era monumental, los conductores de autos y camiones de placas pares competían para salir rápido y evitar la multa, pero en el puente de Guaduas había un accidente y complicó todo, menos mal los policías no estaban parando a los involuntarios infractores, esta vez, entendieron la situación. Me imagino que por el sur y el norte ocurrió algo similar a esa hora. Dice que es ciclista pero sus medidas terminaron afectando, entre otros, a los pedalistas que salen en carro de Bogotá a montar en bicicleta por la sabana y regresaban antes de la una de la tarde.

Pese al alcalde, hoy tuvimos una nutrida asistencia de pedalistas, diez y nueve (19) Ciclobeeres y tres invitados, , un verdadero récord, dadas las circunstancias, hasta Armandito asistió. A Pulga nos tocó darle tres días de incapacidad, esperamos que el martes se reintegre al trabajo con la cicla, por supuesto Nobile quedó echando aro.

A Marcolino le correspondía el turno de conductor elegido, pero como tenía restricción pico y placa “ambiental”, recurrió a su hija Sandrita quien lo reemplazó, la acompañó su mami, Doña Margarita. Un agradecimiento para Marcolino y para su familia por la asistencia en carretera y por los refrigerios que llevaron para “el personal” de las bielas.
A las siete y treinta y cinco partimos, el Chinazo, Fabio e Ilde nos alcanzaron en el camino. Pasamos el peaje y nos dispusimos a atravesar Funza, la tierra natal de Alvarito, y el pueblo más largo del mundo, son casi 8 kmts de travesía de semáforo en semáforo esquivando busetas. Desde hace varios años Funza vive en obra, ya por lo menos concluyeron la doble calzada y están haciendo los andenes del costado occidental, me imagino que seguirán por el oriente y obviamente la obra tomará otros añitos. Un alivio salir a la autopista Madrid Facatativá, una excelente vía. Comentábamos con algún compañero que los Gobernadores de Cundinamarca han trabajado duro por las vías, mientras que los alcaldes de Bogotá poco y nada han invertido en los últimos veinte años en mejorar las salidas y entradas a la capital.
Héctor iba feliz halando el lote por la autopista seguido de una hilera de veintiún aconductados pedalistas. El Chinazo iba de atrás hacia adelante haciendo trabajo proselitista: “chino vamos a hacer dos grupitos, Uds. Bajen hasta Zipacón y nosotros con Pablito, Guillermo y Fabio y otros más vamos hasta el puente del ferrocarril, unos 5 kmts más abajo". No sabía que Armandito y Héctor ya habían acordado su ruta desde antes, solo irían hasta la subida de la Virgen.

Cumplidos veintiséis kmts de terreno planito, en los cuales las montañas son los tres o cuatro puentes, llegamos a la glorieta que nos lleva directo a la entrada para tomar la carretera a Zipacón. A menos de 500 metros empieza el concierto de piñones, cada uno prepara la mejor relación para afrontar los cinco kmts de ascenso, con algunos descansos hasta el Alto de la Virgen. Apenas se percibía el aroma de la montaña y ya Fabio, el Chinazo, Daniel Carrillo hijo, Enrique, Manuel, Guillermo y Pablito, imponían el paso. Los seguían Daniel padre, Molanito, Henry, Hermes, Willy, Víctor y sorprendentemente Ilde, ese muchacho avanza a pasos agigantados en su preparación.
Yo trataba de no perderle la rueda a Jorge Martínez, mientras un poco más atrás Marcolino se enfrascaba en una dura pelea con Alvarito a quien logró vencer en el último repecho de la subida. Cerrando venían Héctor, Jorge Buitrago y Armando, quienes se devolverían luego con Alvarito en el Alto de la Virgen.

Inició el largo descenso hacia Zipacón y el turno le llegó a Guillermo y demás expertos en el arte de las descolgadas. Unos kmts abajo Jorge Martínez, paró en una curva, pensamos que iba a resolver algún problema de liquidez y seguimos. Más abajo Hermes esperaba a su cuñadito, le comentamos que había parado unos metros atrás. Al rato llegó Hermes a Zipacón para contarnos, muy preocupado, que su cuñado Jorge no aparecía, se regresó buscarlo, pero al parecer Martínez decidió devolverse solo.
Finalmente, después de recorrer casi 37 kmts ahí estaba a la vista Zipacón, población que no visitábamos desde el 22 de abril del año pasado. Llegamos con Marcolino y sorpresa!! solo estaba esperando Víctor, el resto de muchachos habían pasado derecho por la vía a Cachipay. Según nuestras cuentas debían haber bajado trece pedalistas, que seguramente aceptaron conformar el primer grupito que proponía el Chinazo en el trayecto de ida. Nos pareció raro que Ilde hubiese seguido con ellos, parece que bajó con las turbinas puestas.
Así que el grupo de Zipacón conformado por Víctor, Hermes, Marcolino y yo, tras una recarga de líquido y mantecadita, acompañados de Margarita y Sandrita, emprendimos el camino de regreso, sin ningún afán, asumiendo que en algún punto de la subida nos darían alcance pues el Chinazo había anunciado que bajarían solo hasta el ferrocarril que son como 6 kmts desde Zipacón. Al final subimos los cuatro y solo nos alcanzó Molanito quien descendió dos kmts menos que el grupo del Chinazo.
En el cruce de Cartagenita nos reagrupamos y continuamos, nos quedaban 27 kmts de plano incluida la pasada por Funza, el pueblo más largo del mundo. Haciendo relevos llegamos al cruce para buscar la entrada a Funza, un tormento para mí por la pasada de la calle 13, pero mis compañeros me estaban esperando en la entrada a Funza, allí echamos de menos a Molanito.

En Siberia nos enteramos de que desafortunadamente Molanito pinchó, paró, rápidamente desmontó la rueda trasera, por supuesto se pegó la engrasada normal en estos casos, sacó la manguera de repuesto, alistó el inflador y se dispuso a quitar la coraza, pero se sorprendió al ver que la llanta estaba perfectamente inflada. Qué raro, no entendía lo que pasaba, podría haber jurado que sintió el pinchazo y el “beriberi” de la bici. Luego de un juicioso análisis el profe descubrió con horror que la rueda pinchada era la delantera. Tranquilo Molanito culpa de la presión por no perder mucho tiempo con sus compañeros que lo abandonamos.

Willy había bajado solo cuatro kmts desde Zipacón. El grupo de doce, conformado por Fabio, Eduardo, Guillermo, Henry, Ricardo, Pablito, Manuel, Ildefonso, los dos Carrillo y Enrique pararon en Zipacón un rato a desayunar y subieron con Willy acompañando a ilde, Pablito y Manuel; lo empujaron y le dieron ánimo para que pudiera coronar. En Cartagenita el Chinazo puso paso por la autopista, lo seguía a la rueda Fabio, le avisó que el resto se había quedado, la respuesta fue hágale chino, por eso llegarom seis minutos antes a Siberia.
En el plano, Guillermo le colaboró a ilde hasta el peaje de Funza. En la tertulia reclamo amistoso de Pablito y Guillermo a Fabio y Eduardo, eso no se hace le decían en broma, pero en serio, Giaco no hubiera hecho eso.
Este fue a grandes rasgos un resumen de lo acontecido hoy, una nutrida asistencia, rodada en grupo hasta el inicio del ascenso, la conformación de tres grupos al regreso, y la solidaridad de gran parte del número tres con Ildefonso a quien seguramente le habría ido mejor con el grupo dos, pero no habría completado los 110 kmts que hizo hasta su casa.
El denominador común, la satisfacción con el recorrido por parte de todos los asistentes incluidos los invitados de la fecha. Cada uno escogió libremente el kilometraje adecuado a su preparación.
Los esperamos el próximo domingo vamos a regresar, luego de casi seis años, a la represa del Neusa. La noticia buena es que Peñalosa revocó hoy en la tarde la medida del pico ambiental para fines de semana, ojalá no cambie de parecer.

Feliz semana.

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