Llegó el diluvio Universal.
Bogotá, noviembre 10 de 2024
Qué pena con los lectores de CicloBR, el pasado 3 de noviembre, no hubo crónica, tocó tintico y el noticiero radial y hoy 10 de noviembre lo mismo, no hemos podido montar en bici por las fuertes lluvias. No sabemos qué se rompió por allá arriba en el cielo, nada raro que algún contratista se haya quedado con el billete y no hizo la obra bien.
La Directora del IDEAM, Ghisliane Echeverry, señaló recientemente:
“Según el reporte en la lluvia el pasado miércoles cayeron entre 90 y 100 milímetros, pues se constituiría uno de los aguaceros o de las caídas de agua más fuertes en los últimos años, porque regularmente los aguaceros digamos fuertes en Bogotá han estado alrededor de los 60 milímetros, así que sería una gran cantidad de agua en muy poco tiempo”.
Pues tocará creerle a la china Ghisliane, pues no tenemos cómo medir la cantidad de agua que cae, necesitaríamos el aparatico ese que creo se llama pluviómetro.
Echeverry señaló que noviembre es un mes que tradicionalmente tiene lluvias, pero la anomalía es que estos aguaceros se extenderían hasta enero, siendo este mes una época de tiempo seco. Mejor dicho un jodido pronóstico para nosotros los ciclistas.
Seguramente muchos se preguntan ¿por qué llueve?, La respuesta la tienen los meteorólogos, la lluvia se debe a la condensación del vapor de agua en las nubes, un fenómeno meteorológico que se da cuando el aire está saturado de humedad y hay núcleos de condensación. La humedad de las selvas tropicales se eleva por los valles de las montañas y choca con las temperaturas más frías en la cima, generando lluvia. Eso es lo que llaman los . ¿Si pillan cómo me han servido las sesiones de lectura en la Virgilio Barco?
Todo eso puede ser cierto, pero los ciclistas ya no sabemos que pensar, veníamos de unos pronósticos que indicaban la falta de lluvias y la baja del nivel de los embalses, lo que ocasionó el racionamiento de agua, (que seguramente igual que el 4xmil será una solución que se quedará) y ahora estamos en la olleta con las torrenciales y persistentes lluvias, ¿en qué quedamos con los pronósticos? les creemos o no les creemos, cuando fallan siempre tienen una justificación técnica, "que culpa si llovió en un día lo de un año, etc".
Lo único cierto es que los ciclistas, que, como todos, pensamos solo en lo que nos conviene, estamos desesperados pues la lluvia nos impide salir a entrenar. ¿Pero qué podemos hacer ante estos fenómenos naturales tan impredecibles?, la respuesta es nada, o tal vez sí.
Una solución se relaciona con el meme que publicamos al inicio, tradicionalmente San Pedro se asocia con las lluvias, sí, ese señor que pintan con el pelo y la barba blanca, sí, sí el mismo que le mochó la oreja a un romano por defender a Jesús, "...Pedro desenvainó su espada y le cortó la oreja a Malco (Juan 18:10)".
El Chino Pedro para nosotros, o Peter para los ingleses, o Pierre para los franceses o Pietro para los italianos, se conoce como el santo patrón de los pescadores y el guardián de los mares, cuentan los que uno de sus milagros más famosos es el de la «Lluvia de San Pedro». , se dice que en una época de sequía, San Pedro apareció y bendijo los campos con una lluvia milagrosa que permitió a los agricultores recoger sus cosechas. Esta historia ha sido contada en muchas iglesias católicas, y es una de las leyendas más famosas de este santo, Armandito que estudió en el seminario debe saberlo.
Entonces si somos creyentes ¿deberíamos pedirle a San Pedro que nos ayude, que la pare ya, que no la monte, que nos deje montar en bici?. Pues parece que no, que a ese man solo hay pedirle que eche el agüita, pues esa es su misión, lo contrario sería meterlo en un lio y armar un conflicto, ya les digo por qué.
Averiguando, averiguando, porque como no hay salidas en bici y queda tiempo para estudiar, encontré que el tipo que necesitamos para que no llueva tanto se llama San Isidro Labrador, parece que es el propio, el mero mero, porque él es el Santo Patrono de los agricultores y que en la época de sequía los agricultores lo invocan para que sus cosechas no se pierdan. O sea, que es justo la palanca que necesitamos en estos momentos en los que estamos en casa que nos trepamos por las paredes con la bici.
Pues parece que no hay de otra, toca orarle, yo no creo mucho, pero toca, así que por favor repitan conmigo:
San Isidro labrador, quite el agua y ponga el sol, creo que hay que repetir la frase 1000 veces para que funcione.
¿Recuerdan la población que queda abajo del Salto de Tequendama, llamada La Victoria? Pues justo allí hay una estatua de San Isidro Labrador, en una de nuestras visitas en bici .
Podríamos organizar una peregrinación hasta la Victoria como rogativa. Pero ni modos de ir por allá con estas lluvias, así que quien tenga una estampita de Isidro que por favor la fotocopie y nos la envíe por el whatsApp para pedirle que quite el agua y ponga el sol, así sea por el resto de la temporada ciclística que nos queda.
Y si nuestras creencias no funcionan, tocará volver a los rituales de los indígenas y hacer la danza de la lluvia, pero de para atrás para que pare la lluvia, eso si podríamos modernizarla y danzar con una salsita o un reguetón.
Si tampoco funciona, he oído que hay un agüero para el tema; "si abres varios paraguas en tu casa y los colocas con el mango hacia arriba, puedes evitar una que llueva". La vaina es que las abuelas nos enseñaron que abrir un paraguas en casa es de mal agüero, entonces allí hay un conflicto como el que se presenta con San Pedro y San Isidro Labrador.
Entonces no nos queda más que ubicar a esta bruja y pedirle que nos ayude a
Si tampoco funciona eso tendremos que volver a hacer cuando Claudia Nayibe nos encerró dos meses, jalarle a los rodillos, a la estática o decirle a Fernando que nos enseñe a ejercitarnos en casa .
Mejor dicho ¿saben qué?,
No más cuenticos, que llueva que la vieja está en la cueva.
Feliz semana.
NOTA: por la cual Bogotá se está quedando sin agua |