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Bogotá junio 22 de 2014.
Crónica de la salida # 20 del 2014
Realistas versus optimistas un claro empate técnico.

Sabíamos que este mes sería complicado para la práctica dominical del ciclismo: dos puentes festivos, elecciones presidenciales, dia del padre y Mundial de Fútbol, pero no contábamos con San Pedro…
Para serles sincero la salida de hoy estuvo varias veces en veremos, primero, al final de mayo al hacer la programación pensamos en no citar para este domingo por cuanto sabíamos que algunos le harían caso a Fenalco y celebrarían el día del padre, cuando no tocaba, pues esa fecha tradicionalmente es el tercer domingo de junio. Pero como no tendríamos salida en el domingo de elecciones finalmente optamos dejar una ruta corta: La Caro Sesquilé para que los papitos hicieran algo de ejercicio antes de cumplir con sus invitaciones.
El martes de la presente semana Pulga comentó que de pronto era mejor enviar un mensaje aplazando la etapa pues consideraba que no serían muchos los asistentes, en su familia por ejemplo se celebraría el 22 de junio la fiesta del padre. Convinimos en hacer un sondeo telefónico. La mayoría de los consultados confirmó su asistencia, con lo cual se salvó la salida, por ahora.
El jueves, nuestro conductor elegido tenía la misma preocupación de Pulga, envió el siguiente mensaje:
"Buenos días, debido a que estoy programado como conductor elegido este fin de semana, me gustaría recibir su colaboración para poder determinar si habrá asistencia ya que es fin de semana con puente, les agradezco me colaboren con el asunto para concretar lo del refrigerio.
Estoy agradecido pero me gustaría que se aplazara la salida por ser el día del padre."
Retransmitimos el mensaje a todos los asociados pidiendo que nos confirmaran la asistencia; 16 pedalistas respondieron positivamente (agradecemos a quienes tuvieron la gentileza de responder el mensaje). Así pues, la suerte estaba echada, la etapa no se pospondría, salvo que lloviera...
Hoy domingo Bogotá amaneció con un cielo despejado, este era el pronóstico del IDEAM para la sabana de Bogotá:
“Aunque en gran parte del área prevalecerán las condiciones secas, no se descartan precipitaciones ligeras y ocasionales en el Suroriente y Norte de la Ciudad y de la Sabana”
Son las 7:15 a.m. ya estoy en camino por la autopista norte. Me alegra ver un día con temperatura ideal para nuestra tarea. Paso el peaje y repentinamente el clima cambia, allí el cielo es gris y empieza a caer una fina llovizna, veo un lote grande de ciclistas, allí en la mitad del grupo reconozco a Molanito. En la medida en que avanzo hacia La Caro la llovizna se intensifica, me preocupa, pienso: “esta vaina se jodió”; me imagino a Molanito el pobre va a llegar empapado.

Llego al punto de encuentro en la Caro, allí ya están, Pedraza, Jorge, Reinaldo y Gabriel. Ellos tienen fe en que esto es apenas un “espanta bobos”.
En medio de la llovizna van llegando nuestros pedalistas, en total ya somos 22 (). Llegaron varios que no habían confirmado, pero igual no aparecieron tres que habían respondido que asistirían. ¿Y ahora qué?
Esperamos casi media hora, teníamos la esperanza de que la lluvia iba a cesar pronto y que el día se despejaría, pero al observar el cielo dudábamos. Las opiniones estaban divididas, claramente había dos grupos: Quienes tenían la firme decisión de que con el piso mojado no saldrían a montar ni por el p…atas, allí estaba incluído yo. Y otros conformados por los optimistas que no querían perder la ida, el viajecito hasta la Caro había sido suficientemente largo como para irse con las ganas.
A la mayoría de los más optimistas les preocupaba que no traían impermeable, ¿quién iba a pensar que el clima por acá fuera tan diferente?. Ese grupo no estaba dispuesto a dejarse vencer por unas inoportunas gotas de lluvia, así que decidieron confeccionar sus propios impermeables, pongan mucha atención amigos ciclistas, ellos encontraron la solución, mejor dicho aplicaron un remedio casero:
CÓMO ELABORAR UN IMPERMEABLE EN TRES PASOS:

La lluvia hizo una ligera pausa así que llegó la hora de decidir. Parece que había un empate. Luego del correspondiente escrutinio así quedaron conformados los dos grupos:
Pesimistas, o realistas, quienes no queríamos mojarnos ni rodar con el piso mojado:
Alineación: Pedraza, Jorge, Alejo, Miguel, Cristian, Diana, Fernando, Jaime, Trejos, Jeisson y Márquez. Total 11, pero en realidad éramos 12, pues descubrimos que Gabriel huyó subrepticiamente de la escena, disimuladamente cogió su bici y decidió regresar lo esperaban su camita su TV y el partido Bélgica Rusia, pero fue pillado infraganti por la cámara. ().
El grupo de los optimistas quedó con la siguiente alineación:
Guillermo, Manuel, Nidia, Reinaldo, los Duarte (William y Diego), Ildefonso, Molanito y su primo José. Total nueve.
Pero a este grupo tenemos que agregar a Carlitos Galindo, el conductor elegido de la fecha, quien hizo el gran sacrificio para cumplirles a sus amigos. Entregó a cada uno de los asistentes una bolsita con el refrigerio (banano, bocadillo y galletas). Fue el más optimista, como sabía que aún hay colegas que no se toman la molestia de responder el correo, decidió preparar una cantidad mayor de refrigerios. En nombre de todos los asistentes un agradecimiento para el y su familia que seguramente le colaboró con la logística alimentaria.
De esta manera, las alineaciones quedaron así: Optimistas 10, pesimistas o realistas 12.

Pasadas las 8 y 30 de la mañana partieron, en medio de una ligera llovizna los nueve ciclistas con sus flamantes impermeables gris plomo. Como escoltas el vehículo de Carlos Galindo y el de don Guillermo.
Yo decidí seguirlos un rato para tomarles unas fotos. Sorpresivamente descubrí que dos kilómetros más adelante el piso estaba seco, parecía que por allí no había llovido. La envidia me invadía, pero ni modos de integrarme, tocará en la próxima.

Paré en la estación Petrobras para las fotos y justo en ese momento recibí una llamada de Diana, estaban allí con Fernando y Jaime, tenían una propuesta. Como parecía que no teníamos problema de lluvia la idea era unirnos al grupo; dejé mi carro en la bomba y Fernando nos acercó al grupo. Cerca a Tocancipá nos bajamos Diana, y yo; justo en ese momento repentinamente reapareció la llovizna, vaya suerte, ¿sería que si no nos hubiéramos unido, los optimistas habrían tenido un mejor clima?. Nunca lo sabremos.
Pasando Gachancipá, nuevamente paró la llovizna pero al llegar al peaje, antes de Sesquilé reapareció con más intensidad.

Allí Diana, decidió declinar y subirse a la camioneta de Fernando, me contó luego que terminaron de shopping en Centro Chía, por allí pillaron a Pedro Gómez y a Eduardo.
El primer repecho hacia Sesquilé, jalonados por William Duarte, lo subieron a ritmo fuerte, atrás quedamos algo rezagados con Nidia, Reinaldo y Diego. Pasamos Sesquilé y otra vez la lluvia paró, pero tan pronto inició la subida hacia el Sisga reapareció con más fuerza. Definitivamente San Pedro hoy si se divirtió de lo lindo con nosotros.

Decidí pegarme a la rueda de Nidia, venía subiendo parejo; Reinaldo y Diego nos seguía a centímetros. Me preocupaba que no viéramos a nadie del grupo, tal vez la ventaja que nos tomaron era grande, no entendía en qué momento pues los cuatro íbamos rodando a un buen ritmo, siempre refrigerados por la lluvia.
En los dos últimos kilómetros a la lluvia se le unieron dos amigos un viento tenaz y un intenso frío. Nidia tiraba del lote y de cuando en vez pegaba sus jaloncitos tratando de sacarnos distancia, pero nosotros ahí; en los últimos metros se adelantó Diego, Nidia cedió un pelín y los que aprovechan; así logramos coronar el alto del Sisga, totalmente empapados y acosados por la lluvia el viento y el frío.

Allí no había nadie, pensamos que todos estaban esperándonos en la panadería pero nos equivocamos, de pronto por la lluvia habían decido descender de una.
Una aguadepanela con queso en la panadería “Aki Paran Por Pan” nos salvó la vida. Estando allí recibí una llamada de Molanito, que resolvió el misterio, estaban todos en Sesquilé, también tomando agüita de panela, ellos muy aconductados habían cumplido con lo que decía la programación, nosotros sin quererlo pretermitimos la programación y alargamos el recorrido. Convinimos en encontrarnos cerca al puente.
Afortunadamente Carlos Galindo venía detrás de nosotros, el piso estaba mojado, optamos por bajar en su vehículo, como pudimos nos acomodamos los cuatro y nuestras bicis.
Abajo en el puente al frente de Sesquilé nos esperaban: Don Guillermo, Manuel, William Duarte, Ildefonso, Molanito y José. Allí se integraron Nidia, Reinaldo y Diego; yo decidí seguir en el carro acompañando a Galindo, la verdad me dio pesar dejarlo solo. Como el grupo venía escoltado por la camioneta de don Guillermo regresamos con Carlos a Bogotá.
En el trayecto de Briceño a La Caro el piso estaba seco, pero ya se venía venir otra vez el agua. Los del grupito de optimistas se pegaron una última juagada; Reinaldo decidió subirse a la camioneta pues los calambres lo atacaron.
Al avistar los silos de Almaviva, William Duarte venía contento, esta vez no estaban varios de los embaladores, solo tendría que vencer a Molanito y cuidar a Don Guillermo que aún tenía arrestos, luego si levantar los brazos para la foto; pero no contaba con la astucia de Molanito, delegó la misión en su sobrino José, quien lo relevó y logró el trofeo de la etapa para la familia.
Bueno amigos realistas, este es a grandes rasgos el resumen de la etapa que se perdieron, o mejor dicho de la que se salvaron. De antemano les ofrezco disculpas por haberlos traicionado, pero tenía que colaborar con el empate en el partido realistas versus optmistas, aprendí una lección: a veces es bueno el sacrificio para poder disfrutar.
Un abrazo y una feliz semana. Las pruebas en
PD: No olviden:VAMOS COLOMBIA!!, ahora la meta es Cuartos de final.
Ante la inesperada y sentida ausencia de Falcao, Cuadrado y estos dos niños conducirán el onceno tricolor al lado de los veteranos; todos ellos harán vibrar a nuestro país!!!

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