En defensa del Pavé

Los tradicionales caminos empedrados de Europa, hechos con piedras limadas por ríos, hicieron que el Tour de Francia 2014 explotara en la parte alta de la clasificación general, con la quinta etapa que tuvo nueve tramos de adoquinado o “pavé”.
Se retiró el campeón del 2013 Froome quien corría con una lesión en su muñeca al sufrir una caída en la etapa anterior.
Contador cedió más de 2,5 minutos, y cayó Valverde.
El holandés Lars Boom, campeón mundial de ciclocross (en 2008), novato en este Tour obtuvo una nítida victoria gracias a su gran experiencia con la bici todoterreno; por supuesto estaba en su salsa. Mientras que Vicente Nibali supo sacarle provecho al pavé y a la lluvia..
El pavé no es un terreno favorito de los ciclistas de ruta, se había eliminado del Tour pero ha retornado, al parecer para quedarse. En la primeras participaciones fue el dolor de cabeza de los colombianos.
No son muchos los ciclistas que defienden las competencias con bici de ruta en este terreno. En mi caso solo recordar el paso por la población de Tabio y ya mi colita se resiente, ni me puedo imaginar nueve largos tramos a más de 40 kmts por hora. Tal vez me faltó la práctica que hacen los ciclistas europeos desde niños:
Pero encontramos unos grandes defensores del Pavé en las competencias profesionales de ruta, nuestros amigos Gustavo Duncan y Asier Bilbao de Altimetrías de Colombia. Ellos explican con conocimiento de causa e importantes argumentos porqué el Pavé le aporta emoción al Tour.
Uds. qué opinan?
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¿Cuánto dinero le deja el Mundial de fútbol al país anfitrión?

Había prometido que sería la última nota sobre fútbol, pero la verdad no me aguanté las ganas.
Generalmente nos venden la idea de que organizar y ser sede de un Mundial de fútbol es bueno para un país, pues le deja enormes ganancias, por aumento del turismo, generación de nuevos empleos y mucho dinero por publicidad y la venta de boletas ¿pero es esto cierto?.
La verdad el país que organiza un mundial recibe el valor de las boletas que logra vender por entradas a los estadios, una suma que le entrega la FIFA que asciende a 500 millones de dólares y lo que queda por turismo que impacta solo a hotelería, alimentos y transporte.
El resto de ingresos, que son los realmente cuantiosos como la publicidad que pagan los patrocinadores, derechos de TV, venta de productos alusivos al mundial pasan a las arcas de la FIFA.
Mientras que el 100% de los gastos, que los gobiernos llaman inversión, como la construcción y remodelación de los estadios son a cargo de cada país.
Normalmente estos costos terminan siendo mayores que los estimados, especialmente en países en desarrollo donde la corrupción campea. De las cerca de 90 obras del Mundial de Brasil, 44 se entregaron terminadas, 15 incompletas y 32 serán concluidas después de la competición.
Los miles de millones de dólares que se gastaron en la organización del evento, en su mayoría salieron de los bolsillos de los contribuyentes brasileros, y esto ha causado gran descontento en una población que asegura que ese dinero se hubiera podido invertir más en servicios públicos, inversión social, educación y salud.
Una de las razones que más ha acrecentado el descontento en Brasil ha sido la enorme inversión pública en los estadios de fútbol. Según un informe periodístico de Hashtag Internacional, el valor inicial de 7.700 millones de dólares se elevó a cinco veces más porque se entregaron doce estadios y no ocho como estaba previsto. Brasil quiso mostrar la variedad, la diversidad y también llevar, desde el punto de vista del Gobierno, cierto beneficio económico para partes más alejadas de Brasil como Manaos. Alli hicieron un mega estadio para 70.000 personas en una ciudad que no tiene equipo de fútbol.
Pero ese no fue solo el caso de Brasil, en el pasado Mundial de Suráfrica en un estudio, de Stan du Plessis y Wolfgang Maenning, publicado por la universidad alemana de Hamburgo, se demostró que los turistas y las reservaciones de hoteles estuvieron muy por debajo de lo estimado, pues solo llegaron 90.000 personas de las 320.000 esperadas. Suráfrica gastó cerca de 40.000 millones de dólares en preparación para la competencia en proyectos de infraestructura y se estima que los ingresos totales llegaron a 15.000 millones de dólares.
La facturación por boletas más la compensación de la Fifa por albergar el evento apenas ascendieron a 1.000 millones de dólares. Se estima que los negocios locales (hoteles, restaurantes y otros) recibieron unos 600 millones de dólares.
En conclusión este tipo de eventos no le traen muchos beneficios a los países, no son la panacea, pues la FIFA se queda con el 95% de los ingresos de un mundial, sobre los cuales no le paga impuestos al país sede (Brasil fue obligado a aprobar una Ley que otorgaba la exención de impuestos). Solo les quedan las deudas y las mega obras muchas de las cuales no se vuelven a utilizar.
La FIFA es una ONG privada que tiene más asociados que la ONU, según la periodista Laura Gil, hoy en día es una entidad con mucho dinero y poder gracias al fútbol que, salvo en Estados Unidos, "es una religión en muchos países del mundo". Esta entidad tiene más de mil millones de dólares de reserva en Bancos, si fuera un país sería la economía número 17 en el mundo.
¿Entonces fue bueno que Colombia hubiera rechazado la sede?.
Recordamos que Don Alfonso Senior logró en 1974 que a Colombia le aprobaran ser la sede del Mundial de 1986.
Los gobiernos de López y de Turbay poco se preocuparon por hacer las obras y le dejaron el chicharroncito a Belisario Betancur. Como solo faltaban 4 años, Don Joao Havelange le pasó a Belisario una listica con algunas pendejaditas que Colombia tenía que cumplir entre las cuales estaban estas perlas:
-Contar con 12 estadios con capacidad mínima para 40.000 espectadores. (Con dificultad El Campin y el Pascual Guerrero alcanzan esa cifra).
-4 más, con capacidad para 60.000. (la tiene el Metropolitano de Barranquilla).
-2 estadios más de 80.000 para las finales. (no existen en Colombia).
-Congelamiento de tarifas hoteleras a partir del primer día de 1986 para los honorables dignatarios de la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
-La emisión de un decreto que legalizara la libre circulación de divisas internacionales en el país.
-Una robusta flota de limusinas a disposición de los directivos de la entidad.
-Una red de trenes que permitiera comunicar a todas las sedes.
-Aeropuertos con capacidad para el aterrizaje de aviones tipo jet en todas las sedes
-Una red de carreteras que permitiera el fácil desplazamiento de la afición. De la que se perdieron los Nule.
Y para rubricar la razonable exigencia de la FIFA, se estableció el 10 de noviembre de 1982 como plazo de caducidad para informar al mundo si el país estaba o no dispuesto a cumplir con su palabra.
Este fue el papayaso para Belisario y así se desmontó del chicharroncito que heredó.
En un discurso de 99 palabras, en octubre de 1982, el presidente de Colombia, Belisario Betancur, anunció oficialmente la renuncia de su país a organizar el Campeonato Mundial de Fútbol, cuya celebración estaba prevista para 1986.
"Aquí en el país tenemos muchas cosas que hacer y no hay tiempo para atender las extravagancias de la FIFA y sus socios". Para el máximo mandatario colombiano el pliego de cargos impuesto por el organismo futbolístico incumplía la regla de oro: "El Mundial debía servir a Colombia, y no Colombia a la multinacional del Mundial", así lo manifestó Betancur en su discurso al país, transmitido por la radio y televisión, y con el que se mostró solidario la gran mayoría del pueblo colombiano.
Al día siguiente, Joao Havelange, le respondió indignado:
"Resulta ofensivo que el presidente Betancur se refiera a la F.I.F.A. tratándola de " Multinacional del Fútbol ". La F.I.F.A. no tiene la culpa si Colombia, a pesar de disponer de doce años para prepararse, se confiesa incapaz de organizar la Copa. Creo que Betancur debería quedarse triste con esa situación y asumir la responsabilidad, en vez de hacer críticas a la F.I.F.A., que no hizo más que exigir una serie de obligaciones, iguales a las que le hizo a España para el último Mundial. Tengo la certeza de que varios países van a querer organizar el mundial, lo que evidencia que están mejor que el país de Belisario Betancur ".
Qué opinan?. medio groserito el viejito ¿cierto?
Al final le dieron la sede a México que ya había organizado el de 1970. La Fifa solo tuvo que cambiarle unas palabras al logo.

Mucha gente aún cree que fue un error del Presidente y criticaron la decisión, afirmando que Colombia había hecho el ridículo; yo creería más bien que Belisario merece una estatua por haberse desmontado de esa locura.
Claro que eso con los políticos hay que analizarlo con microscopio, Belisario en su campaña para llegar a Presidente se había comprometido a hacer el Mundial, luego cuando vio tamaño problema la vio gris, se salvó por la carta de la FIFA con las extravagantes exigencias, que tenían la clara intención de quitarle la sede a Colombia, pues ya sabían que no lo haríamos.
Recuerdan la famosa la frase de Belisario Betancur: "esa platica nos la vamos a gastar en escuelitas y hospitales".
¿Y al final llenó a Colombia de escuelitas? Pues ni se vieron las tales escuelitas ni hospitales ni carreteras ni trenes ni Mundial ni nada.
El ridículo lo hubiéramos hecho con esta horripilante mascota que ya tenian lista:

Con las exigencias de la FIFA definitivamente solo los países ricos pueden organizar un Mundial sin quedar en la ruina. No más vean los estadios que construirán Rusia, la próxima sede en 2018 y Qatar en 2022, eso cuesta mucho, pero mucho billete, ese que no teníamos en el 86 ni tenemos ahora:
En Qatar no les preocupa el calor, le pondrán a los estadios nubes artificiales:
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