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Bogotá febrero 2 de 2014

Cuarta salida del 2014
Hoy coronamos la primera montaña.
Aclaro: la primera montaña en una salida dominical con el grupo, pues la verdad no sabemos cuántos de nuestros afiliados ya han coronado más de una montaña en este 2014, (año del caballo en el calendario chino), con sus caballitos de acero o de carbono, y creo que nunca lo sabremos pues entre ciclistas es costumbre que nadie cuente cómo entrenó en la semana; si Ud. pregunta seguro que las respuestas son de este estilo:
“ Nooo hermano, si estuve muy ocupado y no pude madrugar”.
“ Es que me cogió una gripa tenaz…”
“ Qué va… si hasta hoy cojo la bici”.
Para la cuarta salida en grupo, seleccionamos el ascenso de 4.5 kmts al Alto del Vino, una cuesta exigente pero pedaleable. Está ubicado al occidente de Bogotá, en la vía a La Vega; sin duda después del Alto de Patios, es la segunda subida más tradicional y predilecta de los ciclistas residentes en Bogotá, por la cercanía de la capital y porque para llegar allí se deben recorrer previamente 17 kmts en terreno plano desde el puente de Siberia en la calle 80, por una vía amplia de doble calzada.
Hasta comienzos del 2012 la subida era de una sola calzada y la vía bastante congestionada. Antes de empezar a subir teníamos que superar el congestionado “cruce del Rosal”, por donde circulaban vehículos hacia y desde Faca y el Rosal y los que iban con destino a La Vega, algo estresante.
La doble calzada y el puente que inauguraron el pasado año fue una bendición para los ciclistas pues ahora pasamos por debajo y sin mayores complicaciones; en minutos estamos en pleno ascenso en una vía de amplia berma, con pavimento en buen estado y excelente señalización. Creo incluso que la primera curva fue rectificada pues me parece que anteriormente era más dura.
Como si no fueran suficientes los 17 kmts planos previos a la montaña, los “amigos” que diseñan la programación mensual en CicloBR decidieron adicionarle 28 más, en el trayecto Puente piedra La Virgen - Puente Piedra, ¿qué tal?, con amigos así para qué enemigos. Pero Armando Torres y Alvarito Cuervo que hoy hacían su debut en el 2014 no comieron cuento y decidieron obviarse la “ñapa”, los siguió Guillermo un amigo de Miguelito Granados.

Los restantes 25 pedalistas de los 28 que asistieron hoy (), por cierto hasta ahora cifra récord de asistencia en este año, optaron por cumplir con lo programado, para evitar la pena de aparecer en la crónica como acusados de complotar, como ocurrió el domingo anterior. No me la van a creer pero, todos estaban felices con el recorrido, lo cual me anima a sugerir que la próxima sea de 100 kmts pues me encanta verlos felices.

Por ser el primero en la lista de voluntarios, casi me pierdo este delicioso recorrido, hoy me tocó a mí el turno de conductor elegido, o acompañante, afortunadamente Camilo Pulgarín quien recién llegó anoche de pasar vacaciones en NY, muy amablemente se ofreció a manejar mi carro.
Buena esa cami te debo una. Por cierto, adivinen qué se trajo de los "yunaites" el pelao.
Eso si no me salvé de los refrigerios. Anoche nos trasnochamos con mi señora preparando una bolsita plástica para cada ciclista que contenía panelitas de coco y arequipe, herpito, bocadillos y mini chocolatinas. Un trabajo con mucho cariño para estos amigos; hasta las marcamos con un rótulo que decía “Bomba calórica para 70 kmts” . Claro que tuvimos la precaución de preparar unas pocas para 50 kmts con menos calorías, las cuales entregamos por ejemplo a Alvarito y a Armando y Gabriel, pues nos dio miedo que estos muchachos se fueran a enfermar por sobredosis energética, sabíamos que harían un recorrido más corto.
A propósito, vale la pena destacar que ninguno de los afiliados apareció coloradito en las fotos, pues sin excepción todos se enfundaron la camiseta Verdillo, la programada, el lote se veía muy elegante en la carretera, tanta elegancia hasta infundía respeto.
El clima de hoy estaba hecho a la medida, aprovechamos para disfrutar los 10 kmts hasta puente Piedra y luego a ritmo constante pero controlado fuimos sumando kilómetros hasta llegar al repecho de la Virgen, 600 metros que son la chispa que despierta ese escarabajo que todos llevamos dentro. Nobile y Jorge declinaron la invitación a subir y prefirieron retornar hacia puente Piedra, una sabia decisión que les permitió tomar una ligera ventaja, les alcanzó hasta el inicio de la subida al Vino.
Giramos por detrás de la gruta de la Virgen que se encuentra vigilante al terminar la pequeña cuesta y pusimos las coordenadas hacia Puente Piedra. En la bajada el amigo Pedraza colocó lo más eficiente de su artillería en piñones y logró distanciarnos.
En ese trayecto la velocidad subió, me costaba trabajo llegarles, hasta que descubrí que era de los poquísimos que no había enfundado el plato grande, tocó unirme, pues ya parece que se acabó el “pico y plato”.
Retornamos a Puente Piedra el lote marchaba compacto, parecería que la bomba energética funcionó, pues el ritmo se sostuvo hasta cuando avistamos el puente de El Rosal, ya llevábamos entre pecho espalda 45 kmts y nadie se quedaba; a pocos metros nos esperaba la que denominamos “la pata del Vino”, es decir, el inicio del ascenso, que todos conocemos de memoria.
Pronto sentimos la inclinación de la cinta asfáltica, señal de que nuestras piernas requerían un cambio de piñones. A la vista, en la distancia, los adelantados, Nobile y Jorge y Pedraza.
Eduardo conducía muy bien el grupo, Pero William Duarte lo destronó en la cabeza del lote, de inmediato reaccionaron Alberto, Molano, Pulga, Alirio, Pedraza y Reinaldo, no estaban dispuestos a ceder ni un palmo. Unos metros atrás, Jacinto y Giacomo marchaban a la expectativa, sin entrar en la disputa aún, solo atisbaban para ver qué era lo que traían sus rivales de adelante.

Héctor Pedraza, quien había entrenado en ese recorrido, decidió probarse y apretó el paso, pero él sabía el final de la película, pues en lote iban los "enólogos", es decir los que si saben de cuestas como el Vino, lo desgastaron y “hasta la vista baby”.
Atrás Nobile escoltada por Miguel y Pablito valientemente daba la lucha en un grupo secundario en el que marchaban además, Diana Jorge, Alejo, Márquez, Jaime, Melqui y Javier. Marcolino y Fernando hacían su mejor esfuerzo. Gabriel ya iba en rumbo contrario, no quiso saber nada de Vinos.
Por supuesto Giacomo colocó la bandera en el alto seguido de Jacinto y del resto de enólogos.
Pablito encabezó la tercera fila, en la última recta me despegó y además me llegó Melqui quien venía desde atrás pasando gente.
Pedraza logró la cuarta fila seguido de Miguelito. Diana, Alejo y Miguel se ubicaron en quinta fila y Marcolino Nobile y Fernando cerraron el grupo de 22 de esa tanda, pues por allí ya habían pasado Armando, Carlos, Alvarito y don Guillermo quienes como dijimos siguieron de largo hacia el Vino.
A petición del respetable público paramos en el alto, un descanso más que merecido, muy aconductados ya habíamos concluido gran parte de la tarea en plano y toda la de montaña.
Les resumo el regreso: Una ligera tregua hasta la mitad del trayecto del Rosal, luego pisaron el acelerador y sálvese quien pueda. Pulga marcó el paso en La Arenera y voló, dice el que para sacudirse un "pato" que lo traía"remamé" . De allí en adelante nadie miró hacia atrás, el que se quedó se quedó.
Fernando tuvo problemas con un radio de su bici, parece que no sintonizaba el lote, mejor dicho sacó la mano, pero Diana y Jaime lo llevaron escoltado hasta la meta; Qué bonta familia!.
Finalizamos así otro delicioso recorrido de setenta mil metros, guarismo que agregaremos en la bitácora de vuelo del 2014, junto con otros tantos recuerdos agradables que son el combustible en esta profesión dominical de ciclistas recreativos.
“Just fine”, es decir, todo bien, gracias a Dios un recorrido a pedir de boca.
Un saludo para los colegas ciclistas Jesus Toimil de España y Freddie Castillo de Guatemala, quienes nos contactaron a través de la web.
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